Considerada la segunda maravilla natural de Córdoba, el Cerro Champaquí es una de las atracciones favoritas de los turistas. Con sus 2.790 metros sobre el nivel del mar, este gigante de piedra lo controla todo. Famoso por sus múltiples formas para escalarlo, se convierte en un plan atractivo que complace todos los gustos.
Con cuerpo de duro granito y manto de hierbas, surcado por hilos de agua clara y fresca, el Cerro Champaquí se ubica en el sector más occidental de las Sierras de Córdoba, conocido como Sierras Grandes. Inmediatamente, al este de esta cumbre, se encuentra el Valle de Calamuchita; mientras que al oeste se extiende el Valle de Traslasierra. Este cerro, representa el límite austral de la Pampa de Achala.
¿Cuáles son los accesos para subir al Cerro?
La entrada tradicional se ubica en la localidad de Villa Alpina, al pie de las Sierras Grandes y a unos 37 kilómetros de Villa General Belgrano. En el camino te encontraras con una pintoresca capilla que lleva el nombre de Francisco y que da la bienvenida al turista. En el camino también hay un restaurante donde todo excursionista debe registrarse antes de emprender la aventura. Si bien el recorrido está marcado por el paso de caminantes, mulas y caballos, no está señalizado. Se advierte, además, que este sector de la montaña aún no cuenta con servicio de energía eléctrica y sus últimos 14 kilómetros de acceso son de un camino consolidado y sinuoso. También hay refugios al pie de la montaña para quienes prefieran hacer un corte y descansar.
Por otro lado, existe una senda alternativa que se encuentra partiendo desde el puesto de Tres Árboles, ubicado a 2.320 m.s.n.m. a unos 25 kilómetros, en el camino consolidado que sube desde Yacanto de Calamuchita. Este camino no se encuentra en perfectas condiciones pero se puede acceder con precaución.
El primer día se caminan 11 kilómetros en aproximadamente 5 horas. En el trayecto se cruza el Río Tabaquillos, que es un balneario ideal para descansar y darse un reconfortante baño. Una vez en los albergues, el caminante podrá recuperarse con un baño caliente y comida.
El segundo día se sube a la cumbre. Es el día donde pondremos a prueba nuestra fortaleza física y mental. Son 5 kilómetros de subida con un desnivel de 750 metros. Cabe destacar que si se sube en grupo tendremos que adaptarnos al más lento, aquí se prueba nuestra paciencia y solidaridad.
En el camino nos podremos encontrar con cuevas y aleros que, en la antigüedad, ocuparon los nativos y, en tiempos más recientes, mineros atraídos por la “fiebre de la mica”.
Los últimos 1.000 metros de caminata no dan respiro, pero tiene su recompensa al final. El último escollo antes de llegar al techo de Córdoba será una laja empinada. Una gran cumbre con una pequeña laguna de aguas pluviales y 5 contrafuertes de piedra reciben al caminante. La cumbre del Champaquí deja disfrutar las vistas de los Valles de Traslasierras y Calamuchita.
Hacia el oeste se encuentran al menos 4 rutas de acceso desde Traslasierras, todas muy exigentes y no aptas para personas con enfermedades cardíacas. Si bien son más cortas, se deben superar casi 2.000 metros de desnivel. Además, la escasez de agua y puestos serranos hacen poco utilizables estas rutas, concurridas frecuentemente por personas con experiencia y muy buen estado físico o que buscan nuevas alternativas de aventura.
Desde Los Molles se puede acceder por la cuesta de Los Cerros o la Ruta del Hueco, cuyo nombre hace referencia a un oasis de bosque de tabaquillos en medio de la ladera. Más al norte, desde Los Hornillos, se sube por la Cuesta de La Totora o la de la Ventana. ¡Todas con vistas increíbles!
Cualquiera sea tu preferencia es importante recordar que siempre se deberá contar con el equipamiento correcto y ser conscientes de las exigencias de cada alternativa. No es obligación contratar un guía pero es recomendable acudir a ellos si no posee la experiencia necesaria. Una aventura segura nos dará la posibilidad de disfrutar de la actividad en su totalidad.